La Cocina Económica de Santander, gestionada por las Hijas de la Caridad, ha cerrado el año 2024 con una cifra que refleja la dimensión social del fenómeno migratorio en Cantabria: el 80% de las 1.160 personas atendidas directamente por esta institución han nacido fuera de España.
El perfil predominante es el de mujeres (51%) jóvenes (el 18% tiene menos de 29 años) y extranjeras, con especial presencia de personas procedentes de Perú, Colombia, Marruecos y Venezuela. Una realidad que, según subraya la memoria anual de la entidad, exige una intervención urgente e intensiva para evitar la cronificación de situaciones de exclusión.
El informe también destaca que el 69% de las personas acogidas en los recursos de alojamiento de la Cocina Económica —73 plazas repartidas por Santander— son inmigrantes de 19 nacionalidades diferentes. Apenas un 22% de los alojados nacieron en Cantabria.
“Nos encontramos con personas que no solo llegan sin red de apoyo ni recursos, sino que además se enfrentan a un mercado de vivienda inaccesible y a serias barreras para su integración laboral”, señalan desde la organización.
Durante 2024, el comedor social repartió más de 105.000 servicios de desayuno, comida y cena, y el programa de higiene atendió a 273 personas sin hogar. Además, se desarrollaron programas de formación e integración social que beneficiaron a más de un centenar de personas.
La entidad, que cuenta con un presupuesto anual de 2,2 millones de euros —más de la mitad financiado con fondos públicos—, cumple 116 años de actividad en Santander. Pese a las dificultades, mantiene su compromiso con los más vulnerables. “La dignidad es el principio fundamental sobre el que construimos todas nuestras intervenciones”, recuerdan en su balance anual.