Titular: MONASTERIO, DÚO VITAL, Y J.M. FERNÁNDEZ, TRES COMPOSITORES CÁNTABROS UNIVERSALES, PRÁCTICAMENTE DESCONOCIDOS EN SU TIERRA
Actuación: ORQUESTA SINFÓNICA DE BILBAO (BOS)
Director: Isabel Rubio
Solista guitarra; Miguel Trápaga
Solista violín: Ana María Valderrama
Programa: “Suiete Montañesa” de, ARTURO DÚO VITAL; “Concierto para Guitarra y Orquesta” de, J. M. FERNÁNDEZ Y “Concierto para Violín y Orquesta”, en si menor de, JESÚS DE MONASTERIO.
Sala: Argenta
Crítica: Una muy veterana orquesta española, la Sinfónica de Bilbao, escuchada con devoción por el auditorio, ha tenido que ser el despertador de nuestra conciencia de amantes de la cultura, sin olvidar la propia. Tres nombres señeros de la creación musical, convertidos en referentes mundiales de la llamada música selecta, y nacidos en Cantabria. Concretamente en Castro Urdiales; Santander y Potes. Respectivamente, Arturo Dúo Vital, J. M. Fernández y Jesús de Monasterio
Dúo Vital, el más generalista de los tres. Pasó antes de convertirse en un compositor esencial de su tiempo en España, de ser empleado de banca. Siendo la mayoría de sus composiciones, un retrato abstracto de nuestras singularidades paisajísticas.
Fernández, preso de su instrumento la guitarra, tanto clásica como flamenca, ha puesto la guinda de las mejores composiciones para este instrumento, poniendo de manifiesto la genial cantera de estos instrumentistas en nuestra región. Ahora recordamos a Alejandro Martín, padre e hijo; o al marido de Carmen Amaya, Juan Antonio Agüero, aplaudido en todo el mundo
Monasterio: considerado con Sarasate de los mejores intérpretes de violín internacionales, ha llegado a nuestra época principalmente como compositor, casi siempre con el violín como parte fundamental en la composición. Destacando, como en esta joya del “Concierto para Violín y Orquesta”. Pero eso sí conocido principalmente por la gente al nominar una de las calles del centro de Santander.
Con estos mimbres destacados junto a otros muy buenos conocidos compositores de esta región, hemos asistido por primera vez, al menos en mi vida, a una sesión de creadores cántabros, al que se ha unido el guitarrista, Miguel Trápaga.
Tanto la orquesta de Bilbao, como su directora al frente, Isabel Rubio; con batuta firme, nos ha hecho viajar a través del sonido de la música al paisaje y paisanaje de esa Cantabria apodada Infinita, por su variedad de registros. Sabiendo poner el punto óptimo en cada fraseo de la composición sinfónica.
José Manuel Fernández, presente en la jornada, nos deleito con un concierto maravilloso, donde la guitarra, en solo o acompañada de la orquesta, imprime una personalidad arrebatadora, que tanto la formación como el solista supieron traducir en momentos muy brillantes. Trápaga, considerado a día de hoy como el gran guitarrista clásico, esbozó momentos inolvidables. Para finalizar con ese concierto en si menor, para violín y orquesta del virtuosos, Monasterio, intenso e inmenso, donde el violín lidera a la orquesta; consumando su protagonismo. Donde es necesario un solista de primera división. Y lo tuvimos en Ana María Valderrama, demostrando que por algo fue la primera mujer en ganar el prestigioso premio Sarasate, en 2011. Un acierto de la programación del palacio.




