Asimismo este año se recuerda el 40 aniversario de la proclamación de la Convención para la protección de este Patrimonio. En Cantabria contamos con 10 bienes incluidos en la selecta Lista de Patrimonio Mundial.
El Gobierno de Cantabria se adhiere a la conmemoración del Día Internacional del Patrimonio Mundial que se recuerda el viernes día 16, dentro del marco del 40 aniversario de la proclamación de la Convención para la Protección de este patrimonio. El lema de esta conmemoración es el “Desarrollo Sostenible y Patrimonio Mundial: el papel de las comunidades locales”.Como se recordará en 1972, en el seno de las Naciones Unidas, se adopta la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, un tratado internacional único que por primera vez relacionaba los conceptos de conservación de la naturaleza y preservación de los sitios culturales, reconociendo la manera en que los seres humanos interactúan con la naturaleza y la necesidad fundamental de mantener el equilibrio entre ambos.En la actualidad existen 936 sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, que es una distinción que otorga la UNESCO a aquellos bienes con características de excepcional valor que los hacen únicos en el mundo, trascendiendo su carácter local, regional o nacional.En Cantabria contamos con 10 bienes incluidos en la selecta Lista de Patrimonio Mundial: la Cueva de Altamira (en 1985), y nueve cuevas más con arte rupestre paleolítico: Chufín (en Riclones, Rionansa), Hornos de la Peña (en Tarriba, San Felices de Buelna), El Castillo, Las Chimeneas, La Pasiega y Las Monedas en el Monte Castillo (Puente Viesgo), El Pendo (en Escobedo, Camargo), La Garma (en Omoño, Ribamontán al Monte) y Covalanas (Ramales de la Victoria), todas ellas incluidas en la lista como ampliación de Altamira en 2008.Asimismo, España es el segundo país con más bienes Patrimonio Mundial. Son 44 bienes de carácter natural y cultural, entre los que se encuentran ciudades históricas como Salamanca, Ávila, Toledo o Córdoba, monumentos como la Alhambra, la catedral de Burgos, el monasterio de El Escorial, la muralla romana de Lugo o el Puente de Vizcaya, parques nacionales como Doñana, el Teide y Garajonay, paisajes culturales como los de Aranjuez o la Sierra de la Tramuntana y yacimientos arqueológicos como las ciudades romanas de Mérida o Tarraco, Las Médulas, Atapuerca y sitios con arte rupestre como los del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, los del Valle de Côa y Siega Verde y la Cueva de Altamira y el arte rupestre paleolítico de la región Cantábrica.Para la consejería de Cultura, la inclusión de estos bienes en la Lista de Patrimonio Mundial pone de manifiesto la “riqueza” de nuestro patrimonio cultural y natural, y constituye al mismo tiempo una muestra del “compromiso” de las administraciones para su conservación y adecuada gestión.Por ello, la declaración de Patrimonio Mundial no debe considerarse sólo un privilegio, “un fin en sí mismo”, sino una obligación, un “compromiso” por parte de los gestores de los bienes de mantener el valor “universal excepcional” de estas manifestaciones en el presente y “proyectarlo” hacia el futuro.