El Grupo Municipal Unidos x Laredo denuncia el bochornoso espectáculo vivido por algunas cuadrillas en la 45ª edición del Concurso de Marmita, una de las fiestas más queridas de la villa, que en esta ocasión ha quedado manchada por la arbitrariedad, el autoritarismo y el desprecio a la tradición.
Los hechos hablan por sí solos: cuadrillas con décadas de participación quedaron marcadas con el inédito sello de “NO APTO”, decisión tomada, según múltiples testimonios, por el concejal de Festejos, Alberto Alvarado, cuchara en mano y arrogándose un poder que jamás le conceden las bases. De este modo, lo que siempre fue un jurado independiente se vio sustituido por el capricho de un político que actuó como juez y parte.
Nunca antes en más de cuarenta años se había presenciado semejante atropello: marmitas apartadas sin siquiera ser puntuadas, concursantes humillados públicamente y un concejal decidiendo a quién se degustaba y a quién no. ¿Es este el modelo de fiesta que merece Laredo?
Por ello, Unidos x Laredo ha solicitado al Ayuntamiento:
- La entrega inmediata de las bases del concurso y la relación completa del jurado.
- Un informe oficial que aclare con qué fundamento legal se permitió al concejal de Festejos actuar como árbitro supremo.
- La publicación íntegra de todas las puntuaciones otorgadas.
Además, advertimos que, si se confirma la injerencia política en el jurado, exigiremos la depuración de responsabilidades, incluida la destitución inmediata del concejal responsable, para evitar que esta tradición se convierta en un triste ejemplo de nepotismo y caciquismo.
El Concurso de Marmita pertenece al pueblo de Laredo, no al paladar de un concejal. Si alguien quiere jugar a chef, que se presente a MasterChef, pero que no pisotee el esfuerzo, la ilusión y el trabajo de decenas de cuadrillas que mantienen viva nuestra tradición.