Con el tiempo, llamado reglamentario del encuentro Real Racing Club, Granada, decisivo para ambos, para poder atarse al Play Off, última oportunidad de ascenso, en esta campaña, apareció el “Morrosko de Donosti”, Marco Sangalli. Consiguiendo tornar la guerra de nervios que padecíamos, a pesar de un equipo Nazarí con diez, al que un gol ponía el camino expedito, a una tranquilidad con sabor a triunfo. Al marcar el segundo gol, el del triunfo, en un espectacular lanzamiento desde fuera del área, en parábola.
Para mí Sangalli, vasco de origen italiano, por su padre. Con doble nacionalidad es el único ídolo de la afición, que prácticamente es suplente en su equipo. Ello toma carta de naturaleza, haciéndose normal el cariño de la mayoría de los seguidores, por su entrega sin condiciones. Por su arranque con fuerza; regate seco; rematando sin complejos. Y cuando hay que defender es un baluarte, con rapidez y contundencia.
Es un obrero del fútbol, no exento, en ocasiones, de calidad técnica. Todo ello hace de Marco, un jugador, para el Racing, imprescindible. Amado por el numerosísimo público, que asiste al Sardinero, que en el transcurso de los partidos, en los que no ha sustituido, saliendo de titular, le solicitan. Siendo de los pocos casos en los que JAL, se mimetiza con los espectadores, echando mano de su concurso. Esta temporada ha marcado tres goles, todos decisivos, como el del pasado domingo frente a los granadinos. De los cuarenta y dos encuentros de la temporada, ha participado en treinta y dos, saliendo quince de titular y el resto desde el banquillo. En muchos de ellos destacado por los medios informativos y en todos ellos, nadie ha proferido opiniones en contra de su rendimiento.
Futbolista de entrega, Sangalli, es de esos profesionales a los que, no se ha hecho justicia por los equipos a los que ha pertenecido, salvo quizás el Alcorcón. En la Real Sociedad, desde chaval, destacó en juveniles y en el equipo B, en las primeras temporadas, en lo que hoy es la segunda profesional a las órdenes Meho Kodro, histórico delantero serbio, Txuri Urdin (Azul y blanco en Euskera). Jugando solo dos partido en primera división, contra el Elche y Barcelona, además de amistosos y algún torneo con el equipo titular, dirigido por Jagoba Arrasate, actual entrenador del Mallorca. Una Real en la que ahora juega su hermano pequeño, Luca.
Tras su paso por el conjunto madrileño, llegó a engrosar las filas del Real Oviedo, en un fichaje de campanillas, protagonizando goles, expuestos en muchos de los reportajes en los descansos televisivos de los encuentros. Rescindiendo su contrato con el equipo azulón, para llegar al mismo tiempo que José Alberto al Racing.
Marco Sangalli no solo vale como jugador en activo. Es también a tiempo completo, líder del vestuario. Él junto a Iñigo Sainz Maza, el Capitán, animan y consuelan a sus compañeros. Se preocupa por su situación. Suele ser uno de los distribuidores de las órdenes del entrenador. Cuando está en el banquillo, se le escucha dando ánimos a los compañeros de su equipo, en el verde. Sin ningún gesto de contrariedad cuando le sustituyen.
Valorado por La Liga de Fútbol Profesional, cuando el pasado mes de Febrero, cumplió 33 años, en trescientos mil euros. Aunque estas valoraciones no me gustan nada, cuando se habla de un profesional, tal parece la de los antiguos esclavos. Tenemos que decir, es broma, que por lo menos Marco es un esclavo gladiador. Por tanto solicito, puesto que termina contrato, de nuevo el 30 de Junio; que se le vuelva a renovar. Le creo imprescindible, tanto cuando juega, o no lo hace. Por supuesto en Primera División también; ya que es igualmente necesario para ser protagonista en el Play Off, para influir con su juego y pasión al mejor resultado.