El presidente del Racing Club de Santander, Ángel Lavín, se ha querido dirigir a la afición, como si tuviera la razón, y no fuera el brazo ejecutor, del que presuntamente va a ser declarado culpable de la quiebra de este Club.
El inquilino(esperemos que muy temporal) del Racing que toma asiento en la presidencia, como el mandado de Pernía-Alí Syaed, ha escrito una carta abierta que representa -además de un ataque a la sensatez y a la inteligencia- su propia acusación y la de todos los que están en su consejo de administración, además de los que mueven los hilos desde el exterior. Pensamos que hay que ser muy ¡caradura! para escribir lo que este tal presidente que contesta al apodo de Harry ha escrito, acusando a todoquisquide los desastres del club, cuando entre la AFICIÓN (que, en general, aspira a un cambio radical) y los que están en la poltrona, la decisión es fácil: márchense mejor hoy, ahora mismo, que mañana.
Manifiesta este siervo de intereses ajenos al racinguismo algo como lo siguiente: Se ve la superficie. Podemos salvarnos. Pero tenemos que desprendernos de tanto lastre que nos arrastra al fondo, en forma de derrotistas, publicistas, fariseos, y agitadores, y por una sola vez en la vida nadar todos en Santander en la misma dirección. Es decir, todos los que no piensan como él -que son casi el cien por cien de la sociedad- son los culpables de una situación esperpéntica como la que se vive. Si una persona aprecise la dignidad, la propia, la salida de la poltrona sería inminente y sin vuelta de hoja.
Señor Lavín: si usted quiere la salvación del Racing, hay un camino: márchese ya con Pernía, el indio, Campos y el de la moto. Sobran en un club cuya historia no conocen ni entienden. Pero todos sabemos por qué están ahí, a pesar de la dureza de todo el racinguismo contra la gestión interna del club que realizan quienes han sido bautizados por la afición como los testaferros de quienes de verdad mandan por intereses extraños.
Ante esta situación, sólo cabe pedir a la Justicia -como parece que está a punto de dictar- que los dirigentes sean responsables patrimoniales del daño que hagan al club; que respondan con su patrimonio de los contratos millonarios a los amigos, de las gravísimas heridas de muerte que vienen realizado a la sociedad y a sus accionistas, en definitiva, que cada euro que malgasten se les exija diez de responsabilidad. Sólo así se irán, porque si no aguantarán aunque les caiga encima agua hirviendo.En fin, vaya carta aconsejada probablemente por el fichaje de un ex-PP, después de Cascos, más tarde de Mario Conde, al que han firmado un contrato suculento. ¡Pues que le paguen! y la justicia asi lo demande.
LA CARTA DEL PRESIDENTE
EL presidente del Racing Club de Santander, Ángel Lavín, se ha querido dirigir a la afición, como si tuviera la razón, y no fuera el brazo ejecutor, del que presuntamente va a ser declarado culpable de la quiebra de este Club.El presidente, o más bien, el millonario a cuenta del Racing, -aunque sólo sea por su sueldo- que posiblemente haya escrito el llamamiento desesperado a la unidad entre el actual propietario, el Gobierno y el verdadero propietario, más la afición. Casi nada para esta situación de la que el jefe del presidente Lavín, es el máximo responsable.Se ve la superficie. Podemos salvarnos. Pero tenemos que desprendernos de tanto lastre que nos arrastra al fondo, en forma de derrotistas, publicistas, fariseos, y agitadores, y por una sola vez en la vida nadar todos en Santander en la misma dirección, insulta a aquellos que no piensan como el.La única salida del equipo es en dirección del ascenso. Si no alcanza la superficie del play-off se asfixiará, afirma el presidente, al mismo tiempo que reconoce que no estamos en el camino.Lavin, testaferro de Pernía tiene una razón importante cuando dice:Súmenle a todo eso los desórdenes provocados por algunos aficionados, claro está que vuelve a la carga, alentados durante meses por quiénes tienen un interés personal, comercial o publicitario en revolver el río.