De nuevo volverá a generar expectación con su vuelta a un programa cultural en el que ha demostrado sus tablas, saber estar y capacidad intelectual.
MAÑANA, lunes, a partir de las 20.00 horas en Tele 5, Paz Herrera vuelve a Pasapalabra, el popuilar concunrso de preguntas que alcanzó una gran audiencia en Cantabria con la participación de la concursante torrelaveguense. De nuevo, Paz volverá a generar expectación con su vuelta a un programa cultural en el que ha demostrado sus tablas, saber estar y capacidad intelectual. En 2013 marcó el record en cuanto a mayor número de programas, si bien no ganó el bote. Ahora, regresa de nuevo con el afán de lograr el éxito total.
EN LA WEB DE PASAPALABRA
Se llamaPaz Herrera Jubete, tiene 53 años, es de Puente San Miguel (Cantabria) y va camino de convertirse en una nueva fenómeno de ‘Pasapalabra’. La concursante casi ha completado el rosco, quedándose en muchas ocasiones a una, dos y tres palabras de conseguir el bote millonario.
Si ganase destinaría parte del premio a realizar su viaje soñado: el camino Inca, es decir, llegar al Machu Pichu andando. Pero también busca seguridad en su vida y «esto sería una tranquilidad grandísima», ha declarado Paz
Su tranquilidad, su aplomo, su dominio del diccionario y sobre todo su gran rapidez en acertar las palabras son sus mayores cualidades en el concurso.
Paz reside en la actualidad en Torrelavega (Cantabria),es soltera y es arquitectoaunque con el inicio de la crisis se ha quedado en paro. Entre sus aficiones destacael esquí que practica desde niña, el paisajismo, la jardinería y el senderismo. También le encanta fotografiar mariposas y pintar acuarelas. Otra de sus aficiones recientes es la escritura, sobre todo relatos cortos.Si ganase el premio tiene claro que destinaría parte de ello asu viaje soñado, hacer el camino Inca o lo que es lo mismo llegar al Machu Picchu andando. Pero también tiene otra idea en mente, que sería destinar el bote a tener seguridad en el futuro.
«A la edad que tengo,el premio me daría una seguridad que ahora no tengo, porque los jóvenes que acaban de estudiar y no tienen donde emplearse la verdad es que es penoso. Pero la gente de mi edad, en torno a los 50 que pierden el empleo o su sector de actividad disminuye a cero, como el mío, la construcción, pues nos vemos en una situación… La mayoría tenemos cargas familiares y es muy dramático porque no sabemos si podremos jubilarnos, con lo cualesto sería una tranquilidad grandísima», ha explicado Paz.