La calle Ataúlfo Argenta permanece cerrada al tráfico desde el pasado viernes debido a un derrumbe detectado en la galería de alcantarillado en el tramo comprendido entre los números 33 y 35, entre las calles Gándara y Lope de Vega. Aunque en un primer momento los vecinos pensaron que se trataba de un corte «puntual y rápido», el acceso continúa restringido y solo pueden circular los residentes.
Durante la mañana del viernes, el Ayuntamiento de Santander decidió cerrar la vía como medida preventiva tras detectar el hundimiento. Técnicos municipales realizaron una evaluación desde el interior de la bóveda afectada y, según el equipo de gobierno del PP, se están estudiando diferentes opciones para solucionar la incidencia con la mayor rapidez posible, si bien no existe todavía una fecha prevista para la reapertura. El Consistorio ha pedido disculpas por las molestias que pueda causar esta situación.
Este nuevo cierre se suma a los numerosos problemas estructurales registrados en la misma calle durante la última década. En abril de 2024, Ataúlfo Argenta ya estuvo clausurada un mes por una «avería sobrevenida» en la galería del interceptor de aguas pluviales. Entonces, Aqualia tuvo que intervenir para reparar el deterioro de unas estructuras centenarias afectadas por el desgaste y el tránsito constante de vehículos, lo que provocó hundimientos en la calzada.
Esa avería se produjo en el mismo tramo donde en noviembre de 2022 también se detectaron daños que obligaron a reforzar la red de saneamiento y renovar parte de las infraestructuras subterráneas. El Ayuntamiento ya había advertido entonces de la necesidad de acometer una renovación profunda tras observar un ligero hundimiento en la vía, lo que llevó a ejecutar un hormigonado provisional del tramo.
Los problemas estructurales en esta zona no son nuevos. En 2013, la propia calle Ataúlfo Argenta sufrió otro hundimiento, y en 2014, en la cercana calle López Dóriga, el suelo cedió bajo un camión de basura, que tuvo que ser rescatado con una grúa del socavón que se abrió bajo sus ruedas.






