El Elíseo denuncia oficialmente un intento de difamación y manipulación contra Emmanuel Macron, Friedrich Merz y Keir Starmer, tras sus esfuerzos para presionar a Vladímir Putin y conseguir un alto el fuego, en Ucrania, previo a una negociación que evite la prolongación indefinida de la guerra y el intento de colonización iniciado por Moscú.
La noche del viernes al sábado, el presidente francés, el canciller de Alemania y el primer ministro del Reino Unido, hicieron un viaje a Kiev, en tren, con el fin de presentar su apoyo total a Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania.
El viaje fue un éxito. Zelensky y sus aliados propusieron un alto el fuego y el inicio de conversaciones de paz con Putin.
En Roma, en el Vaticano, el Papa, León XIV, apoyó la iniciativa de paz, con este comentario: «Es necesario reconocer los horrores de esta guerra, una invasión imperialista, y la maldad de los crímenes contra la humanidad que Rusia está cometiendo en Ucrania».
El presidente Zelensky aceptó la invitación de Putin para negociar en Turquía, este jueves, dispuesto a iniciar una negociación directa. Pero el presidente moscovita lejos de mantener el alto el fuego, reaccionó incrementando sus bombardeos en territorio ucraniano.
Y sus aliados europeos, comenzando por Marine Le Pen, se apresuraron a lanzar andanadas contra el «comportamiento guerrero y belicista» de Macron y los aliados europeos.
«La unidad europea molesta»
Así las cosas, a media mañana del lunes se propagaron por las redes sociales imágenes y comentarios afirmando que Emmanuel Macron, Friedrich Merz y Keir Starmer habían consumido cocaína, en el tren que los llevaba a Kiev.
Como ‘prueba’ se ‘ofrecía’ la imagen de un pañuelo blanco, presentado como una ‘bolsa de coca’. «Esto es un pañuelo para limpiarse los mocos», subrayó el Gobierno galo.
La otra imagen difamatoria era una foto del presidente francés, el canciller alemán y el primer ministro ingles presentada con la frase: «Esto es la unidad europea, para hacer avanzar la paz».
Ambas imágenes estaban acompañadas de estos comentarios: «Cuando la Unidad europea molesta, la desinformación hacer pasar un simple pañuelo por droga. Esa falsa información está propagada por los enemigos de Francia, en el exterior y el interior. Vigilancia ante las manipulaciones».
A finales del pasado mes de abril, Jean-Noël Barrot, ministro de Asuntos Exteriores, lanzó personalmente la primera acusaciones oficiales de Francia contra los servicios secretos de Putin, en estos términos:
«El Departamento Central de Inteligencia ruso, el GRU, según las siglas rusas de esa institución, lleva años lanzando contra Francia sucesivos ataques e intentos de sabotaje, desinformación y guerra híbrida contra personalidades e instituciones francesas».