El temporal, especialmente duro en el litoral, es de marejada marítima y fuerte viento y seguirá, aunque atenuado, en las próximas horas.
Fue todo un espectáculo que a mediodía fotografiaron los curiosos detrás del cordón protector con las olas, que ayer alcanzaron en Cantabria la furia más desaforada registrada en el Cantábrico, con hasta 12 metros de altura significativa -la media de un tercio de las olas más altas- medida por la boyas existentes en el litoral cántabro que ayer, martes, estuvo bajo el nivel máximo de alerta, el rojo, durante buena parte de la jornada por la cólera de un oleaje que dejó más postales para curiosos que desperfectos lamentables.
En esta situación la flota cántabra está amarrada a puerto y sin buenas perspectivas a corto plazo, obligada a la inactividad a causa de un temporal que sucede a otro temporal que empalma a otra tempestad en el agua.
Con vientos del Oeste de hasta 98 kilómetros por hora y olas de hasta 12 metros de altura llegando a la costa. Esta es la altura que midió ayer, a las tres de la madrugada, la boya de la Red Vigía situada frente a la Virgen del Mar, y cuya magnitud se sitúa entre las más altas medidas por aquella baliza.
El temporal, especialmente duro en el litoral, es de marejada marítima y fuerte viento y seguirá, aunque atenuado, en las próximas horas. La Agencia Estatal de Meteorología ya rebajó a última hora de ayer a naranja la alerta por «riesgo importante»en el mar, pero aún prevé para hoy olas de hasta ocho metros, mientras adelanta que irá amainando el viento, esa tónica atmosférica que compuso ayer un día genuinamente invernal en el que las rachas máximas, del Oeste y del Suroeste, alcanzaron los 101 kilómetros por hora.
La previsión pronostica que hoy sigue el viento y que aflojará por la tarde, pero que a cambio baja la nieve hasta los seiscientos metros, con alerta amarilla por el riesgo «importante» de acumulaciones sobre todo en los Picos de Europa. Ayer, la nieve obstaculizó ya el tráfico por varios pasos montañosos, donde era necesario el uso de cadenas, y obligó a trabajar a destajo a las quitanieves. Hoy, por lo demás, seguirá el tiempo inestable, con alta probabilidad de precipitaciones, particularmente en la franja costera.
En el resto del país, el temporal se cobró ayer la vida de un hombre, arrastrado por una ola mientras pescaba en el puerto vizcaíno de Ondarroa, y un carguero holandés que navegaba a la deriva en medio del fuerte oleaje hubo de ser remolcado al puerto de Ferrol.