El vídeo de su robo en un supermercado en 2011 consigue lo que no hizo el escándalo de su máster. No admite el hurto y asegura que fue un «incidente involuntario» durante su compra en el establecimiento
Y fue por un vídeo… lo que no pudo el escándalo del máster o sus presuntas implicaciones en casos de corrupción sí lo ha conseguidoun vídeo que nunca debió existir. La filtración de unas imágenes guardadas desde el año 2011 en las que Cristina Cifuentes aparecía en un supermercado pocos después de haber sido sorprendida robando artículos de cosmética han terminado por derribar a una presidenta madrileña que se resistía con todas sus fuerzas a algo inevitable: la renuncia al cargo.
Cifuentes haanunciado su dimisiónen la sede del Gobierno madrileño, en la Puerta del Sol, este mediodía, obligada por los hechos y una filtración de sus enemigos, que sirvieron en bandeja aEduardo Inday su ‘OK Diario’ este vídeo que no le permitía seguir en el puesto ni un solo día más.
Lo hizo compungida, visiblemente abatida, asegurando que es víctima de una persecución personal y que renuncia por su familia, pero dejando limpio su nombre, ya que aseguró que no hubo hurto ni robo en ese supermercado, sino que se trató de una «confusión» durante la compra en esa tienda y que aclaró posteriormente, dando a entender que introdujo artículos sin pagar en el bolso por un error que sí consideró «involuntario».
Cifuentes no quiso marcharse sin intentar derribar a sus enemigos, que tendrán noticias suyas en los próximos tiempos. «Yo he sido espiada», afirmó, para más tarde acusar a sus enemigos: «Se han hecho dossieres sobre mí». Sobre el vídeo explicó que «obedece exclusivamente a una situación de un error involuntario», puesto que según ella ocurrió «sin ser consciente de ello». Y si tenía que morir, decidió morir matando: acusó que este vídeo es el «precio que hay que pagar» por la batalla contra la corrupción que siempre llevó a cabo.
Además, reveló que no es un asunto nuevo: «Ya se me intentóextorsionarcon ese mismo vídeo», acusó, y que lo puso «en conocimiento de la Policía Nacional». Por todo ello, Cifuentes consideró en la comparecencia, donde no admitió preguntas de la prensa, que «en esta cuestión se han traspasado todas las líneas rojas».
En un tono ya menos altivo, reocnoció estar «segura de haber cometido errores políticos de todo tipo». «Me he saltado semáforos en rojo y seguro que he hecho cosas mal como cualquier otro», reconoció en una especie de confesión y muestra de humildad.
También contó que ya tenía pensada su renuncia al no haber otra salida, por las exigencias de Ciudadanos, pero que iba a hacerlo el día 2 de mayo, Día de la Comunidad de Madrid: «Tenía previsto hacerlo después de los actos institucionales». «Ya tomé hace unos días esa decisión» para «evitar que la izquierda gobierne en Madrid», afirmó.
«He aguantado más de 35 días de una exposición permanente, un linchamiento también mañana tarde y noche. Por tierra mar y aire (…) verdaderamente creo que he aguantado mucho», fijo visiblemente abatida Cifuentes. Por eso, «por mi familia, para que no sigan sufriendo este calvario y porque creo que es lo mejor para la Comunidad de Madrid y el PP», anunció su dimisión «orgullosa del trabajo realizado».
