La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, se ha mostrado este viernes “muy tranquila” después de que el socialista Agustín Molleda presentara una demanda por injurias, calumnias y perjuicio al honor por sus declaraciones sobre las plazas fijas que él y su hermana obtuvieron en el Ayuntamiento de Cartes cuando era alcalde.
“Que vaya donde crea que tiene que ir, porque la presidenta de Cantabria está muy tranquila”, ha respondido Buruaga, quien asegura no haber hecho “otra cosa que llamar a las cosas por su nombre”.
La líder del PP ha acusado a Molleda de tener “la cara muy dura y la piel muy fina”, además de mostrar “nula tolerancia a la crítica democrática”. “Pincha hueso; a mí no me va a amedrentar bajo ningún concepto”, advirtió.
Buruaga insistió en que actuó con libertad de opinión y que sus palabras se ajustan a la realidad: “Actuar como juez y parte en un proceso de estabilización en el que participas tú o tu hermana es una forma de corromper el sistema de acceso al empleo público”.
Apoyó incluso su argumento citando a la RAE: “Práctica consistente en la utilización indebida o ilícita de las funciones públicas en provecho de sus gestores. Encaja como un guante”.
La presidenta calificó la denuncia como una “huida hacia adelante” de Molleda “para desviar la atención y no dar las explicaciones que debe a los cántabros”.
“Menos amenazas y más explicaciones, señor Molleda”, remató durante su visita al Barrio Obrero del Rey, donde inauguró su rehabilitación integral.







