Crítica: Con dos memorables conciertos de la Filarmónica Checa, se pone el broche de oro a la septuagésima primera edición del Festival Internacional de Santander
71 FESTIVAL INTERNACIONAL DE SANTANDER
Por: CLAQUETA
Titulo: CONCIERTO DE CLAUSURA DEL FIS 2022
Actuación: ORQUESTA FILARMÓNICA CHECA Y ORFEÓN DONOSTIARRA
Género: Concierto sinfónico coral
Director orquesta: Semyon Bychkov
Director coro: José Antonio Sainz Alfaro
Solistas: Katia y Marielle Labéque, pianos; Lucie Hillscherové, Soprano; Alés Briscein, Tenor; Jan Martinik, Bajo; y Daniela Valtova Kosinova, al órgano
Programa : Sinfonía 7 de, Mahler (Domingo 28). “Carnaval”, obertura de, Dvorak; Concierto para dos pianos y Orquesta de, Martinu y Misa Glagolítica de, Janacek (Lunes 29)
Crítica: Con dos memorables conciertos de la Filarmónica Checa, se pone el broche de oro a la septuagésima primera edición del Festival Internacional de Santander
Una edición perfecta en cuanto a la calidad general de la programación, pero con menos público. Incluso ha dado los primeros pasos hacia una renovación, que actualiza su misión a partir del segundo cuarto del siglo.
Una versión de la séptima de, Mahler, al que la orquesta y su titular, Semyon Bychkov, condujeron con suprema expresión; traduciendo de forma efectiva, al más puro estilo del compositor checo. Sacando de contexto cada formación instrumental, la percusión, especialísima, el viento y algún soliloquio de la cuerda. Amasándolas posteriormente, uniéndolas en un paroxismo musical.
El programa del lunes, muy atractivo a la vez que sorprendente. Al romanticismo de la obertura de “Carnaval” de, Dvorak, nos encontramos, con el concierto para dos pianos de Martinu; actuando como solistas, las pianistas francesas, Hermanas Labéque. Una pieza, con la presencia poco frecuente de dos instrumentos. La fuerza de esta orquesta checa y el doble sonido del piano, embriagaron a los espectadores.
Un concierto espectacular e igualmente novedoso ocupó la segunda parte. La “Misa Glagolítica”, original de, Janacek, otro compositor checo, dominador del virtuosismo. Incluyendo en la orquesta un órgano, muy de iglesia, pero nuevo para nosotros. Un coro, en este caso correspondiendo con la vuelta del Orfeón Dosnostiarra, para mí, el mejor coro, que ha pasado por el FIS. Además de ser fundadores de mismo. Con una soprano, un tenor y bajo, que pusieron el acento a la obra, con una orquesta imponente y apasionada.
En suma dos jornadas de clausura ejemplares, para cerrar una edición, en la que ha resaltado la brillantez.