José Luis Ábalos, exministro de Transportes y antiguo número dos del PSOE con Pedro Sánchez, pasará esta noche en prisión. El juez que instruye el denominado caso PSOE ha ordenado su ingreso inmediato en la cárcel madrileña de Soto del Real, junto al que fuera su mano derecha en el Ministerio, Koldo García Izaguirre. La decisión llega apenas una semana después de que el propio magistrado acordara la libertad de Santos Cerdán, sucesor de Ábalos en la Secretaría de Organización. Ahora, el escenario ha cambiado por completo debido al incremento del riesgo de fuga que aprecia la Fiscalía Anticorrupción y las acusaciones populares, cuyos argumentos han sido respaldados en el nuevo auto.
El juez subraya que las medidas vigentes hasta ahora, como la retirada del pasaporte o la obligación de comparecer quincenalmente, ya no son suficientes para asegurar la presencia de los acusados en el juicio. Con la instrucción concluida y la vista oral a punto de ser señalada, el magistrado insiste en que existen “indicios racionales de criminalidad” más que suficientes para justificar el ingreso inmediato en prisión provisional. Ábalos se enfrenta a delitos graves que pueden suponer hasta dos décadas largas de cárcel, derivados de la trama de las mascarillas durante la pandemia y de su presunta participación en una estructura criminal que habría cobrado comisiones millonarias a cambio de contratos públicos. Las acusaciones contra su exasesor Koldo García son de semejante gravedad.
El auto detalla además que Ábalos habría manejado durante años importantes cantidades de dinero en metálico, hasta el punto de no necesitar recurrir a sus cuentas bancarias. Esa circunstancia, unida a los vínculos internacionales que mantiene, la existencia de bienes inmobiliarios en países hispanoamericanos, los ingresos que recibía desde el extranjero a través de uno de sus hijos y sus conexiones políticas y empresariales acumuladas tras su paso por el Gobierno, refuerzan la sospecha de que cuenta con recursos más que suficientes para abandonar España y sostener una eventual fuga. El juez recuerda también que el exministro tiene abierta otra investigación paralela ante el Supremo sobre posibles mordidas relacionadas con contratos de obra pública, una causa que podría acarrear nuevas responsabilidades penales y sumar presión sobre su situación judicial.
Por todo ello, el instructor considera imprescindible adoptar la medida más severa para garantizar que Ábalos se siente en el banquillo. La resolución será comunicada a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, dada la condición de diputado del investigado, acompañada del auto anterior de procedimiento abreviado para que la Cámara disponga de todos los antecedentes del caso.
Con esta decisión, el caso da un giro histórico: el que fuera uno de los hombres más poderosos del PSOE y uno de los pilares del primer Gobierno de Pedro Sánchez entra esta noche en prisión, en un episodio que sacude por completo al partido y añade una nueva dimensión a la crisis abierta por la corrupción en torno a los contratos de emergencia de la pandemia.




